Resiliencia infantil: ¿cómo fomentarla?
La resiliencia es la capacidad que tiene el ser humano de superar experiencias complejas de la vida y transformarlas. Esta capacidad es una de las más valoradas en cualquier ámbito de la vida familiar, laboral y de pareja. En la infancia esta característica, desarrollada adecuadamente, permite que los niños se conviertan en adultos asertivos. Los niños que aprenden la resiliencia tienen más habilidades para controlar sus emociones. La neuropsicóloga infantil y psicóloga de preescolar del Colegio La Arboleda, Claudia Patricia Rozo Olaya, habla de cinco aspectos para tener en cuenta al fomentar la resiliencia en nuestros niños y niñas.
Enseñar a los niños a ayudar a los demás
Es importante que los pequeños aprendan a ayudar a los otros a través del ejemplo de sus padres, familiares, profesores y comunidad. Ayudar a otros les enseña sobre la compasión, el compañerismo y los aleja de actitudes egoístas. Esta habilidad los hace sentir valorados.
Fomentar una sana autoestima
Ayudar a los niños a recordar cómo pudo superar dificultades en el pasado, les permite enfrentar mejor los nuevos desafíos propios de su infancia. Enseñarles a confiar en ellos mismos para resolver pequeñas dificultades y pedir ayuda para los grandes desafíos, los ayuda a fortalecer su autoestima.
Fomentar una actitud positiva frente a los desafíos ayudará a los niños a enfrentarse a las dificultades con optimismo. Sin embargo, esta actitud no se aprende, sino está acompañada del ejemplo en su entorno. Los padres son los principales modelos para seguir de los niños, por lo tanto, la manera en cómo los padres asuman las dificultades, en esa misma medida los niños lo harán en sus vidas. En el aula, las maestras pueden contar cuentos y desarrollar actividades que les demuestren a los niños que la vida sigue después de las adversidades.
Disminuir la inquietud y la preocupación
Es importante seguir una rutina, pero sin obsesionarse con ella. Enseñar a los niños a concentrarse en sus propósitos mejora su autoestima, sin embargo, enseñarles a descansar y hacer cosas diferentes los aleja de la ansiedad. Es necesario que los niños estudien, pero que también jueguen y se diviertan.
Animar a los niños a hacer y a tener amigos desarrolla una red para que los niños se sientan amparados y aceptados. En la escuela hay que estar atentos al hecho de que ningún niño esté aislado. Las relaciones personales fortalecen la resiliencia de los niños y les brinda apoyo social.
Finalmente, en el Colegio La Arboleda una de las formas de fomentar la resiliencia en los niños y niñas es a través del acompañamiento y el apoyo del manejo de sus emociones. “Les enseñamos a los niños a reponerse ante una conducta negativa, luego les enseñamos a reparar el daño causado en los otros por esa conducta, y eso tiene como efecto más compasión hacia el otro. Este proceso se hace en conjunto con los maestros y psicólogos, pero también, de la mano de la familia. En la filosofía del colegio se concibe el error como una oportunidad de desarrollo del crecimiento y de la formación del ser y esto, sin duda, conduce al aprendizaje de la resiliencia”.